El Puente de los Peregrinos, también conocido como Puente de Abajo, Puente del Cementerio o históricamente como Pon Nou, es un emblemático puente situado en el municipio de Canfranc, en la Provincia de Huesca, España. En este artículo te vamos a contar tres curiosidades de esta construcción arquitectónica. Pero antes, queremos ponerte en contexto:
Ubicado al sur del núcleo de Canfranc Pueblo, el Puente de los Peregrinos se encuentra aproximadamente a 1 kilómetro del pueblo, en las cercanías del cementerio. Esta ubicación estratégica permitía a los peregrinos cruzar el río Aragón, aguas abajo de Canfranc, en su camino hacia Santiago de Compostela. Las diversas denominaciones populares que recibe el puente, como Puente de Abajo o Puente del Cementerio, provienen precisamente de su ubicación cercana al cementerio.
Es románico…pero con base medieval
Aunque a menudo se ha atribuido un estilo románico al Puente de los Peregrinos, su estructura actual muestra características de una reconstrucción posterior. Sin embargo, se pueden apreciar restos de su base medieval en la parte inferior, sobre la cual se llevó a cabo la reconstrucción a finales del siglo XVI. Según los registros notariales publicados por Manuel Gómez de Valenzuela, el maestro Ramón de Argelas fue contratado para completar las obras de reedificación, incluyendo la construcción de un muro de protección en el estribo oriental. El maestro Ramón de Argelas se comprometió a terminar los trabajos en once semanas y recibió una suma considerable de 800 libras jaquesas como compensación.
El derecho de rota
Según las investigaciones históricas, se especula que en el mismo emplazamiento del Puente de los Peregrinos existió un puente desde los siglos XII o XIII, el cual estaba vinculado al Camino de Santiago. Durante la Edad Media, Canfranc poseía un privilegio conocido como el «derecho de rota«, el cual consistía en el cobro de un peaje por el paso a caballo por dicho puente. Este derecho era ejercido desde la apertura del puerto de Somport hasta la festividad de la Santa Cruz en mayo. Los ingresos recaudados se destinaban a la financiación de las reparaciones en el puente y al mantenimiento del camino real hacia Francia.
Diversas fuentes históricas respaldan esta información sobre el «derecho de rota» en Canfranc. Según los registros históricos, este privilegio permitía a las autoridades locales cobrar un peaje a los viajeros que utilizaban el puente a caballo. Este impuesto se aplicaba durante un período específico del año.
Unas dimensiones prácticas y un solo arco
El Puente de los Peregrinos tiene una longitud de aproximadamente 35 metros, de los cuales 15 corresponden al único arco que lo atraviesa. Su perfil presenta una característica forma de «lomo de asno». Durante su construcción, se utilizaron diferentes tipos de piedra, incluyendo sillares labrados en la parte inferior y en el arco, y mampostería en los pretiles. En años recientes, se ha llevado a cabo una renovación del puente, sustituyendo el mortero de cal exterior por cemento y renovando la solera original con cantos rodados.
Alojamiento en la zona de Canfranc
El Puente de los Peregrinos en Canfranc es más que un testimonio histórico, es un lugar lleno de encanto y significado en el corazón del Pirineo Aragonés. Invitamos a todos los amantes de la historia, la cultura y la belleza natural a visitar este emblemático puente y sumergirse en su atmósfera única.
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